Explorar el norte de Tenerife sobre dos ruedas es una de las mejores formas de descubrir la esencia de la isla. Lejos de las rutas masificadas del sur, esta zona ofrece carreteras tranquilas, caminos rurales y senderos entre bosques, viñedos y acantilados. Si te alojas en el Hotel Rural Casablanca, estás en un punto estratégico para iniciar rutas que combinan paisaje, desafío y cultura local. Ya sea que pedalees por placer o busques entrenar en un entorno diferente, aquí encontrarás recorridos para todos los niveles, buen clima casi todo el año y un entorno natural que no deja indiferente.
¿Qué necesitas saber antes de comenzar?
El norte de Tenerife tiene un clima suave durante todo el año, ideal para salir en bici sin preocuparte demasiado por el calor o el frío. Aun así, es recomendable llevar algo de abrigo si planeas rutas en altura, especialmente por la mañana. Las carreteras rurales suelen estar en buen estado, aunque no es raro encontrar tramos con algo de gravilla o pendientes exigentes. Si vienes con tu propia bicicleta, en el Hotel Rural Casablanca puedes guardarla con seguridad y pedir un desayuno temprano para salir con energía. Si no traes bici, en la zona hay varias empresas de alquiler, muchas de ellas con opción de entrega en el propio hotel.
La mayoría de rutas combinan asfalto y caminos secundarios, por lo que una bicicleta gravel o una de montaña será lo más versátil. Y si prefieres un paseo sin tanto esfuerzo, una eléctrica es una gran opción para disfrutar del paisaje sin acabar fundido. Por último, no olvides llevar agua, protección solar y repuestos básicos: las vistas lo merecen, pero en algunos tramos estarás bastante lejos de la civilización.

-
Ruta 1 – Entre viñedos y pueblos históricos
Distancia: 25 km (aprox.)
Dificultad: Fácil – Media
Tipo de bici: Carretera, gravel o eléctrica
Desnivel acumulado: ±500 m
Esta ruta circular es perfecta para un primer día de pedaleo suave pero enriquecedor. Desde el Hotel Rural Casablanca saldrás por carreteras secundarias que serpentean entre fincas de viñedos y pequeños caseríos tradicionales. El primer tramo te lleva hacia Los Realejos, uno de los pueblos más auténticos del norte, ideal para una parada rápida y un café en alguna plaza con encanto.
Desde ahí, el camino sube suavemente entre cultivos y casas antiguas hasta alcanzar La Orotava, una joya del patrimonio tinerfeño. Su casco histórico está lleno de balcones de madera tallada, jardines y calles empedradas. Merece la pena bajarse de la bici un rato y pasear. Antes de volver al hotel, el descenso te regala vistas espectaculares del Valle de La Orotava y, si el día está claro, del Teide al fondo.
Es una ruta ideal para combinar pedaleo, fotografía, gastronomía y un poco de historia local. Si te animas, incluso puedes reservar una visita en alguna bodega cercana y completar la experiencia con una cata de vinos de la zona.
-
Ruta 2 – Subida al Mirador de La Corona
Distancia: 18 km (solo ida)
Dificultad: Media – Alta
Tipo de bici: Gravel, montaña o eléctrica
Desnivel acumulado: ±800 m
Esta ruta es para quienes disfrutan de los retos y las buenas vistas. Desde el Hotel Rural Casablanca, el camino comienza tranquilo entre zonas agrícolas y bosques húmedos. A medida que avanzas hacia el interior, la pendiente empieza a hacerse notar, especialmente al acercarte a la zona del Parque Natural de la Corona Forestal.
El objetivo es llegar al Mirador de La Corona, uno de los mejores puntos panorámicos del norte de Tenerife. Desde allí, tendrás una vista impresionante del valle de Los Realejos, el Atlántico y, si el día lo permite, del perfil del Teide recortado sobre el cielo. Es el lugar ideal para descansar, sacar unas fotos y disfrutar de un bocadillo antes de iniciar el descenso.
La carretera es estrecha pero está asfaltada en su mayor parte. Hay algunos tramos con humedad o algo de gravilla, por lo que conviene extremar la precaución en la bajada. El esfuerzo merece la pena: es una ruta corta pero intensa, perfecta si te gustan las subidas constantes con recompensa visual.
-
Ruta 3 – El camino de la costa salvaje
Distancia: 30 km (aprox.)
Dificultad: Media
Tipo de bici: Gravel, montaña o eléctrica
Desnivel acumulado: ±600 m
Para quienes buscan mar, acantilados y ese aire salvaje tan característico del norte de Tenerife, esta ruta es una joya. Desde el Hotel Rural Casablanca pondrás rumbo hacia la costa, pasando por zonas rurales tranquilas y pequeños caminos que descienden entre plataneras. El trayecto hasta el litoral te regala paisajes abruptos, olor a salitre y el sonido del océano de fondo.
Uno de los puntos destacados del recorrido es la zona de El Socorro, una playa muy apreciada por los locales, ideal para descansar un rato y mojarse los pies. Más adelante, la ruta bordea la costa por carreteras secundarias y caminos rurales, pasando cerca de charcos naturales y miradores poco conocidos donde puedes parar a disfrutar del paisaje.
Aunque no es una ruta técnica, tiene algunas subidas exigentes y tramos donde conviene ir con precaución. Lo bueno es que casi todo el trayecto se hace lejos del tráfico, lo que permite pedalear con calma y saborear el entorno. Perfecta para una mañana intensa con final junto al mar o para terminar en algún guachinche cercano reponiendo fuerzas.
¿No tienes bicicleta? No hay problema
Si no traes tu propia bici, no te preocupes: el norte de Tenerife cuenta con varias empresas especializadas en el alquiler de bicicletas, muchas de las cuales ofrecen entrega directa en el Hotel Rural Casablanca. Puedes elegir entre bicicletas de montaña, gravel, carretera o incluso eléctricas, una opción muy práctica si no quieres sufrir demasiado con las cuestas.
Los precios varían según el tipo de bici y la duración del alquiler, pero suelen incluir casco, kit de reparación y candado. Algunas empresas también ofrecen asistencia en ruta y servicios extra como GPS con rutas cargadas o incluso acompañamiento con guía local.
En recepción pueden ayudarte a contactar con los proveedores más recomendados y gestionar la reserva con antelación, para que solo tengas que preocuparte de disfrutar del paisaje. Así, aunque no seas ciclista habitual o no te apetezca viajar con bici, seguirás teniendo la posibilidad de pedalear por los espectaculares caminos del norte sin complicaciones.
Consejos prácticos y apps útiles
Salir en bici por el norte de Tenerife puede ser una experiencia increíble, pero como todo en la montaña, conviene ir preparado. Aquí tienes algunos consejos que te vendrán bien antes de salir del hotel:
-
Lleva siempre agua suficiente, especialmente si haces rutas largas o con desnivel. Hay fuentes en algunos pueblos, pero no en todos los tramos.
-
Protégete del sol, incluso en días nublados: una gorra bajo el casco, crema solar y gafas te pueden evitar un mal rato.
-
Ropa por capas: el clima puede variar bastante en pocas horas, sobre todo si cambias de altitud. Un cortavientos ligero siempre viene bien.
-
Kit básico de herramientas y repuestos: cámara de repuesto, bomba, desmontables y multiherramienta son imprescindibles. Si alquilas bici, asegúrate de que te lo incluyen.
-
Móvil con batería y conexión: lleva cargado el teléfono y, si puedes, una batería externa. Muchos caminos tienen cobertura, pero conviene no confiarse.
Y para orientarte sin perderte, aquí van algunas apps muy útiles:
-
Komoot: ideal para rutas ciclistas, con perfiles de elevación y recomendaciones según tu nivel.
-
Wikiloc: buena base de datos de rutas ya hechas por otros usuarios. Puedes descargar mapas offline.
-
Strava: perfecta si te gusta registrar tu actividad o comparar tiempos en segmentos conocidos.
-
Google Maps (modo bicicleta): útil para trayectos rápidos entre pueblos o encontrar negocios cerca.
Con estas herramientas y un poco de planificación, tu ruta será mucho más fluida y segura.

Después de la ruta: relax en el Hotel Rural Casablanca
Tras una buena sesión de pedaleo, nada mejor que volver a un lugar tranquilo donde poder desconectar y recargar energías. En el Hotel Rural Casablanca encontrarás justo eso: un entorno sereno, rodeado de naturaleza, con vistas al valle y al mar, y todo lo necesario para terminar el día como se merece.
Puedes relajarte en el jardín, darte una ducha caliente en tu habitación y salir a la terraza a disfrutar del aire fresco. Si el cuerpo lo pide, puedes preguntar por la disponibilidad de un masaje relajante, perfecto para recuperar piernas después de una jornada intensa.
Además, el hotel ofrece comida casera elaborada con productos locales, ideal para reponer fuerzas. Desde platos canarios tradicionales hasta opciones más ligeras, siempre con sabor auténtico. Y si lo prefieres, puedes pedir una cena temprana para descansar pronto y estar listo para la siguiente ruta.
El ambiente familiar y el trato cercano del equipo del hotel hacen que te sientas como en casa. Aquí, cada día en la bici termina con la tranquilidad de saber que te espera un sitio cómodo, bonito y pensado para quienes valoran tanto la aventura como el descanso.